tag:blogger.com,1999:blog-72582644639335172862024-02-08T12:45:18.337+01:00LarserLiteratura, edición y movimientos sociales.Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/17370388613092877946noreply@blogger.comBlogger10125tag:blogger.com,1999:blog-7258264463933517286.post-41074276589698161772013-01-25T13:55:00.003+01:002013-01-25T13:55:52.645+01:00Esclavos<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://3.bp.blogspot.com/-8XTJKa26Yj0/UQKAoY_7qWI/AAAAAAAABOw/ciWPGUuJ1fk/s1600/slavery-1.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="169" src="http://3.bp.blogspot.com/-8XTJKa26Yj0/UQKAoY_7qWI/AAAAAAAABOw/ciWPGUuJ1fk/s200/slavery-1.jpg" width="200" /></a></div>
<span style="font-family: inherit;"><span style="background-color: white; color: #333333; font-size: 12.800000190734863px; line-height: 18px;">Se sentía como un esclavo. Con frío, con hambre, y sin esperanza ni futuro. Sus amos eran el gobierno con sus leyes, la banca y sus deudas, y la policía que se encargaba de mantener el orden así establecido. Sabía que si se rebelaba acabaría perdiendo lo poco que tenía, o en la cárcel, o muerto. Sabía que para tener éxito en cambiar las cosas necesitaba a los demás, aquellos que, igual que él, tam</span><span class="text_exposed_show" style="background-color: white; color: #333333; display: inline; font-size: 12.800000190734863px; line-height: 18px;">bién eran esclavos. Se dirigió a uno de ellos y le preguntó cómo se sentía:<br /><br />Se sentía como un esclavo. Con frío, con hambre, y sin esperanza ni futuro. Sus amos eran el gobierno con sus leyes, la banca y sus deudas, y la policía que se encargaba de mantener el orden así establecido. Sabía que si se rebelaba acabaría perdiendo lo poco que tenía, o en la cárcel, o muerto. Sabía que para tener éxito en cambiar las cosas necesitaba a los demás, aquellos que, igual que él, también eran esclavos.</span></span>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/17370388613092877946noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7258264463933517286.post-1382020471936594742012-12-22T02:49:00.000+01:002012-12-22T02:49:27.279+01:00200 años de los hermanos Grimm<a href="http://1.bp.blogspot.com/-C3te_VRn1fc/UNURUY6kj2I/AAAAAAAABIY/b0fpIxsvNBE/s1600/2298564454_ac7d8d9078_o.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="http://1.bp.blogspot.com/-C3te_VRn1fc/UNURUY6kj2I/AAAAAAAABIY/b0fpIxsvNBE/s1600/2298564454_ac7d8d9078_o.jpg" /></a><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 12.800000190734863px; line-height: 18px;">Érase una vez. Once upon a time. Con estas palabras he comenzado muchos cuentos e historias. Luego las borro del principio. Pero siempre las uso. Las palabras tienen poder. Cualquier escritor poeta o mago sabe eso. Magos sí. En el Tarot -no</span><span class="text_exposed_show" style="background-color: white; color: #333333; display: inline; font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: 12.800000190734863px; line-height: 18px;"> creo en magucias, pero sí conozco la simbología en general, la del tarot en particular, y la uso a menudo- el primer arcano es El Mago. El mago de las palabras. Seductor, parlanchín, superchero, maneja la ficción y la hace real a base de ilusiones. Y de palabras.<br /><br />Las palabras "érase una vez" son mágicas y poderosas y siempre me inspiran una historia cuando las veo escritas. Por ejemplo:<br /><br />Érase una vez dos hermanos...</span>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/17370388613092877946noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7258264463933517286.post-63231907412202602932012-03-20T17:17:00.000+01:002012-03-20T17:29:59.412+01:00Proyecto nº 4<br />
CAPITULO 1<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-WPWKHRUiEKQ/T2ivvg2ix-I/AAAAAAAAA7A/3eo5Ywz-qrs/s1600/rainforest.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://1.bp.blogspot.com/-WPWKHRUiEKQ/T2ivvg2ix-I/AAAAAAAAA7A/3eo5Ywz-qrs/s320/rainforest.jpg" width="204" /></a></div>
<br />
— ¡Despierta, vamos! ¡Chico, despierta!<br />
El muchacho despertó, aturdido. Aún era de noche y la lluvia caía como un telón oscuro sobre el más oscuro escenario del bosque.<br />
—¿Quién eres? — preguntó el chico mientras se incorporaba y se frotaba los ojos.<br />
La voz le llegó desde lo oscuro de la entrada.<br />
—Soy tu guía. ¿No me esperabas?<br />
Albán se sentó entre la paja revuelta del suelo. Tenía los pies ateridos de frío. Los masajeó para restablecer el calor.<br />
—Te esperaba AYER — repuso el chico.<br />
Tenía el mismo cabreo de un gato humedecido. Había dormido sobre la paja amontonada, cubierto con una pequeña manta y removiendo el cuerpo poco acostumbrado a la intemperie, intentando conciliar un sueño que no logró hasta bien entrada la noche.<br />
—Me retrasaron unos bandidos — dijo la chica mientras se quitaba la capa empapada —¿Puedo pasar?<br />
—Estás en tu casa — dijo Albán con ironía.<br />
El establo estaba casi en ruinas, oculto en lo profundo de un claro del bosque. El techo, de ramas y helechos amontonados unos sobre otros, se sostenía a duras penas sobre dos paredes y unas vigas de madera, y aislaba de la lluvia bastante trecho del suelo, de tierra batida. El olor de antiguos animales todavía flotaba en el recinto.<br />
La muchacha dejó caer su zurrón y su espada en un rincón y se sentó en cuclillas junto al chico. Su traje de cuero oscuro chorreaba. Tenía el cabello largo y caía sobre su frente ocultándole los ojos.<br />
—Me llamo Alex —dijo— ¿Y tú?<br />
—Alex es nombre de chico —dijo el muchacho —Mi nombre es Albán.<br />
Alex se dispuso a encender un fuego amontonando unas maderas y algo de paja seca que pudo encontrar.<br />
—Yo tuve una amiga que se llamaba Alba —sonrió. Terminó de acomodar la pequeña fogata y cogió una yesca de su zurrón para encenderla. Lo consiguió al tercer intento.<br />
—Gracias. Eres buena con el fuego. Yo no conseguí encenderlo —dijo Albán quitándose briznas de paja del pelo y los brazos.<br />
La muchacha sonrió, se levantó y se quitó el cuchillo que llevaba atado a una pierna, sacó otro más grande con su funda de la espalda, dejó caer al suelo una cachiporra escondida en un costado, y finalmente se despojó de otros dos pequeños cuchillos, sujetos a los brazos. Uno de ellos de punta redonda.<br />
—Este es para el queso — dijo.<br />
<br />
-----<br />
<br />
Este es el comienzo del proyecto número 4 de los que enumeré en octubre, <a href="http://larserfan.blogspot.com.es/2011/10/le-decia-una-amiga-aun-no-se-que-hacer.html">aquí</a>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/17370388613092877946noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7258264463933517286.post-32000872257731141092012-03-19T13:43:00.002+01:002012-03-20T17:18:07.202+01:00Día del padre<br />
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">Se
despertó a las cinco y media y la despertó a ella, dormida aún a su lado. Se
besaron, como siempre cuando despertaban, un beso húmedo y un abrazo. Ella
remoloneó un rato aun. Luego se lavaron y se vistieron. Lo habían preparado
todo la noche anterior, apenas hacía unas horas. La comodidad que da la
seguridad de lo planeado. Desayunaron y hablaron del viaje y revisaron las
cosas por si acaso. No les pareció que faltara nada y a los veinte minutos
estaban ya en la autopista.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">Condujo
él. El viaje duró tres horas y estaba nervioso y tenso cuando llegó a San
Sebastián. Habían parado sólo a comer y estirar un poco las piernas. En el
automóvil sonaba la música alegre de Louis Amstrong, el jazz de Nueva Orleans.
Lo había elegido él.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">La
ciudad había amanecido con un medio sol ceniciento de nublados y lluvia suave
que se arreciarían luego, a lo largo del día. El tiempo estable y típico de San
Sebastián. Él se lo dijo a ella. Le dijo que por eso había metido el paraguas
en el coche. Era necesario en aquella ciudad. Ella asintió, sonriendo. Le
gustaba aquella ciudad fresca y preciosa. Había estado otras veces, con su
anterior marido. Él la miró y le preguntó cómo se encontraba, si estaba mal o
prefería quedarse en algún sitio y no asistir al entierro. Se lo había
preguntado ya tres veces. Ella anotó mentalmente que era la tercera vez. Estaba
inseguro. Sonrió y le dijo que no, que prefería estar a su lado en aquellos
momentos. Él se concentró en el cruce que tenía que tomar para desviarse de la
carretera principal e ir hacia el pueblo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">Sólo
dijo gracias.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">La
música terminó al entrar en el pueblo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">Llegaron
a la casa atravesando las calles mojadas, no había ningún otro coche aparcado.
Habían llegado los primeros y él, de nuevo, la advirtió. No te asustes, dijo.
Estará todo hecho una mierda. Mi padre no limpiaba. Mi hermano está enfermo.
Los pésames se multiplicarán y habrá jaleo y mi familia es una extraña tribu
terrible y descastada. Ella le cogió de la mano y le apretó.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">- No
te preocupes - dijo.- Estaré aquí.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">El
piso olía a basura y tabaco con vaharadas de pasado y de infancia que
envolvieron a la pareja, sobre todo a él, y lo golpearon y lo echaron hacia
atrás en el umbral de la puerta, apenas unos centímetros. Pasó desapercibido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;"> Su hermano sonrió en una mueca apropiada para
cualquier vestíbulo y los saludó. Él lo abrazó e hizo las presentaciones. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">-
Marta, mi pareja. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">Lo
habían hablado el día de antes. Cómo quieres que te presente: Mi pareja, mi
compañera, mi mujer, mi esposa... A ella le gustaba: pareja. Él la presentaría
después como la mujer a la que había unido su vida entera. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">- ¿Puedes
salir? - preguntó a su hermano.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">-
Qué remedio... - respondió. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">Su
hermano pesaba ciento quince quilos. Era moreno, pero con la piel pálida, y se
había dejado la barba a la par que perdía el cabello. No se había vestido para
la ocasión. Un jersey y un pantalón, una camisa sucia. No estuvieron mucho
rato. Hablaron del funeral, del entierro, de la vida que habían llevado
aquellos dos hombres en aquella casa, padre e hijo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">-
Sobre la muerte de papá... Ya te contarán... Ha sido algo muy fuerte.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">El
resto de la familia esperaba abajo, llamaron desde el portal. Bajaron su
hermano, su pareja y él, y se reunieron con los demás. Había algún vecino. Se
dieron los pésames. Su madre no había querido subir en aquel momento. Iba
cogida del brazo de su amante. No cesaba de repetir que aquel piso debía ser
limpiado a conciencia. Quince años sin hacer una limpieza como dios mandaba.
Sus padres se habían separado cuando el tenía catorce. Ahora tenía veintinueve.
Se separaron cuando él apenas despuntaba y amaba y tuvo que escaparse del
colegio interno por que no aguantaba volver ni un fin de semana más a aquellos
turnos de brazos de madres y de padres extraños. Así los veía entonces. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">Faltaba
una hora para el entierro y le contaron toda la historia. La muerte de película
de Buñuel que había atenazado a su padre mientras orinaba por la mañana. Un
ataque. El tercero al corazón. Certero esta vez. Su hermano no se había
enterado hasta las ocho de la tarde, cuando se levantó de un sueño cambiado y
de una vida al revés en la que la noche era el día y la televisión su sol y su
ventana al mundo. Agorafobia. Salía de la casa por primera vez en diez años.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">Le
contaron que no encontraron al forense. Que el médico no firmó el acta de
difuntos porque él no era su médico y sólo era el de guardia. Que el funerario
se negaba a meterlo en una caja sin los papeles necesarios. Los papeles.
Dieciséis horas. Le contaron que no levantaron el cadáver hasta las doce, hasta
que él llamó por teléfono y comenzó a remover y a tratar de ineptos e
insensibles hijosdeputa al de la funeraria, al médico, a un juez que no estaba
donde debería estar y a la madre que los parió a todos. Hasta que alguien llamó
a la policía y la policía encontró al juez.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">No
dijo nada. Caminaron hacia el cementerio, despacio. Aun era pronto, faltaba más
de una hora y se alargaría seguramente, por eso pararon para tomar algo en una
de las múltiples tabernas del pueblo. Él se tomó otro café, solo. En los
altavoces sonaba una “<i>trikitrixa</i>”. Los comentarios de pésame volvieron,
esta vez con alientos de vino y sidra y alguna sonrisa bruta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">-
Tranquilos - dijo uno-. Conozco a Juanito. Seguro que está jodiendo a algún
cura allá arriba.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">Los
parroquianos rieron. Él sonrió, sólo un poco, y miró a Marta. Después buscó a
su madre con la mirada y la vio salir indignada, con su amante del brazo. No
pudo evitar que su sonrisa se ampliara.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">Fue
entonces cuando recordó algo que le dijo su padre hace años y miró a los
parroquianos de caras rojas y narices vascas. Los “chiquitos” de vino sobre las
mesas de madera. La música. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">-
Ahora vuelvo - le dijo a Marta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">Se
fue a hacer unas llamadas y a hablar con el tabernero y los dejó allí. No tardó
mucho. Sólo media hora. Aún conocía gente en San Sebastián. Le prometieron que
se presentarían a la hora prevista. Harían lo imposible.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">- ¿Dónde
has ido? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">- He
hecho unas llamadas. De pronto he recordado algo que me dijo mi padre hace
años.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">Marta
lo abrazó al ver sus ojos húmedos. Él carraspeó fuerte.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">- Es
una sorpresa - dijo. Y se serenó aventando la familia camino del cementerio.
Por el camino no hablaron. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">En
el camposanto sólo estaba el enterrador, un hombre joven, de pie sobre la
gravilla suelta del suelo que alfombraba el paisaje de cruces, cipreses y
mausoleos. Los saludó y les dio el pésame, luego les abrió la capilla y se
ofreció a destapar la caja. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">-
Prefiero recordarlo vivo - dijo él, y nadie se opuso.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">- El
cura vendrá después... - dijo el enterrador.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">- El
cura no vendrá - respondió él, cortante.- A él no le gustaban los curas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">Hubo
un revuelo detrás, su madre probablemente. Apenas se volvió.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">- No
vendrá - repitió.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">La
familia no se quedó mucho rato. Comenzaron a salir cuando llegaban los primeros
vecinos y conocidos de su padre. Sólo permanecieron él y Marta. Después Marta
también salió.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">Se
acercó a la caja cerrada y le habló despacio, para sus adentros, de espaldas a
la puerta, una mano sobre la tapa, completamente solo y acariciando, arañando
la madera.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">Has
muerto joven, papá. Has muerto en este pueblo de mierda donde naciste y donde
vas a terminar enterrado. Vasco de pura cepa con boina y chacolí. Querías ser
ebanista, recuerdo que me contaste. Te gustaba la madera. Hacías caseríos
vascos en miniatura cuando yo era muy pequeño. Te los rompía sin querer,
jugando como juegan los niños. No era más que un niño. Te quería, papá.
Trabajaste por nosotros tanto... tanto tiempo... Dejé de verte cuando entraste
a trabajar en la papelera y te olvidé cuando me fui del pueblo. Apenas unas
llamadas. La última vez que te vi fue cuando te jubilaste y trajiste el olor de
tu trabajo a casa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">Sonrió
su chiste tierno y malo y le tembló un instante el nudo en la garganta. La
última vez que vio a su padre este no quiso recibirle. Bajó al portal, eso sí,
y lo invitó a un vinito en el bar de abajo. Estuvo seco y sin sonrisas. Le
preguntó qué había sido de su vida en todo ese tiempo y le lanzó unos cuantos
reproches que él acusó como el hijo pródigo que era. Su padre siempre decía lo
que sentía. Recordó las excusas vagas de aquella última vez, el somero resumen
de su vida disipada, la sonrisa conciliadora que ya no funcionaba con su padre,
y el abrazo fuerte del final. Tomaron ese vino y él se fue. Hacía dos meses de
aquello y ahora estaban frente a frente de nuevo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">Ahora
sabía por qué no había querido que subiera.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">Su
padre había sido un obrero fuerte de metro ochenta y cinco, grande y con los
brazos como tubos de acero. Él le solía llevar la comida en ocasiones, de crío,
en verano. Los sábados, los domingos. Dos fiambreras, una barra de pan, la bota
de vino, una gaseosa, algo de fruta. Trabajaba dieciséis horas diarias. Había
que pagar las operaciones de los oculistas que salvaron los ojos de su
primogénito. Las dieciséis horas. Las mismas, pensó, las mismas que has
permanecido tirado en el suelo de tu cuarto de baño mientras dormías tu último
sueño bragueta abajo y quizá mujer desnuda.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">Su
madre entró en la capilla.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">- Ven
a conocer a tu prima Araceli.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">Él
no se volvió.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">-
Déjame tranquilo y vete a hacer puñetas. Hazme el favor.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">-
Hijo... Ven -. Su madre siempre insistía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">- Me
estoy despidiendo. Déjame.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">Necesitó
un instante para retomar el recuerdo y lo recordó después trabajando siempre.
Ausente. Lo recordó presente sobre la mesa del mantel de hule, el tablero entre
los dos. Me enseñaste a jugar al ajedrez cuando yo tenía siete años, pensó. Con
mucha paciencia. Te gustaba ese juego. También leías mucho. Al menos cuando yo
era crío. Leíste el Don Apacible, de Sholojov. Dostoiewsky, Tolstoi, Chejov...
Decías que los rusos eran como los vascos. También cantabas con voz de tenor el
<i>Kalinga</i> de los cosacos. Te gustaba la música. El Jazz. Llenaste tres
estanterías de discos y de libros del suelo al techo en ese piso obrero lleno
ahora de basura y de páginas amarillas. Ahora yo escribo los libros que otros
leen y juego al ajedrez con gente que no conozco. Eso es lo que me diste. Las
lecturas tempranas. El ajedrez. La Literatura.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">Lloró
despacio, por primera vez. Sollozos ahogados y contenidos. Dolor. Pérdida. Se
sobrepuso a ello y carraspeó y tragó saliva. Los hombres no lloran, papá.
Recuerda.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">Nunca
vio llorar a su padre. Siempre o casi siempre dormía de día. Entraba de noche
en la fábrica que acabó quemándole el alma y en la que perdió su sensibilidad y
su inteligencia. Lo evocó leyendo libros de historia y de religiones foráneas y
discutiendo con sus compañeros de aquellas cosas. Luego, cuando llegaba a la
casa triste y agotado, contaba a su mujer aquellas cosas y él, su hijo mayor, le
veía cenar en silencio las más de las veces, con uno de aquellos vasitos de
vino pequeños, mirando a sus hijos jugar y sonriendo a veces y al final
cayéndose de sueño sobre la mesa de la cocina con su mantel de hule y cuadros
blancos y rojos mientras su madre terminaba de recoger los cacharros. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">Eras
un hombre fuerte, papá, y creo que lo seguirás siendo en tu otra vida. A veces
volvías a casa de mala leche y te ponías a jurar como juró tu padre y el padre
de este y como todos los vascos juran, en castellano, mentando a los curas y la
iglesia y poniendo a dios por medio para que no falte nadie. Recuerdo que a mí
me hacía gracia, una vez acostumbrado a aquellas explosiones de genio externo a
la casa; cuando te miraba sonreír detrás de mis gafas, con el parche pegado en
no recuerdo qué ojo donde siempre tuve un parche y me decías ven aquí chiquitín
mi primogénito y me agarrabas con aquellas manos peludas y tan grandes como mi
cabeza y me subías sobre tus hombros hasta que casi tocaba el fluorescente.
Olías a tabaco y oso aunque nunca olí ninguno. Repetías a menudo aquello del
primogénito. A Julián, mi hermano, le llamabas el benjamín. La historia de
Jacob. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">Te
dejo, papá. Pronto descansarás en uno de esos cajones que sé que no te
gustaban. No me dejarían entregarte a la tierra como viniste y hubieras querido
irte, desnudo. Solo tu cuerpo y la tierra oscura. El tránsito del que me
hablabas. Bastante van a hablar después de hoy, viejo. Cuídate.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">Una
mano le acarició la nuca y se volvió, esta vez sereno. Era Marta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">-
¿Estas bien?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 53.45pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 53.45pt; text-indent: -18.0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">-<span style="font-family: 'Times New Roman';">
</span></span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">Sí. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 53.45pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 53.45pt; text-indent: -18.0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">-<span style="font-family: 'Times New Roman';">
</span></span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">Se ha ido, creo, sin saber que le quería.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">Permanecieron
un rato allí y luego salieron despacio. Afuera, sus hermanos, su madre, el
enterrador con una carretilla, algunos vecinos que habían llegado después, el
cortejo...<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">Se
acercó a su madre.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">-
Perdona mamá. Necesitaba estar solo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">Uno
de sus hermanos le dijo...<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">-
Oye... ¿Qué esperamos?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">-
Esperamos la música.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">La
música que comenzó suave en aquel instante tras el recodo de entrada del
cementerio. Los antiguos amigos de juventud de su padre, todos de negro,
dispersos por la provincia y reunidos al fin en un esfuerzo de llamadas y de
prisas, la txaranga “Los Incansables” y su vorágine de trompetas y saxos
tocando “<i>When the saints go marching in</i>”, lentamente al principio, en
sordina casi, con respeto, doliéndose como le duelen los muertos a los músicos
para crecer después, suavemente, con el jazz de Nueva Orleans <i>oh when the
saints</i> que acalló las miradas de reproche y la mudez asombrada de
familiares y vecinos mientras <i>go marching in</i> transportaban el cadáver.
La música que terminó con la hipocresía en un in crescendo alegre mientras
cruzaban la cuesta hasta el nicho <i>I want to be there</i> y que atronó entre
las cruces y los cipreses con las trompetas y el ritmo <i>for that number</i>
que convirtieron aquel entierro en el más cálido nunca visto al norte del país.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">Más
tarde, conduciendo de vuelta en la noche, Marta le dijo...<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">- Sí
le querías. Vi que le querías. Todos lo vieron.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">Después
añadió:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">- Y
me hubiera gustado conocerle.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">El
miró los faros de un coche que venía a lo lejos en sentido contrario y con las
luces largas puestas. Sus ojos se humedecieron.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;">- A mí
también.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 0cm; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'ClassGarmnd BT', serif;"><br />© Laserfam<span style="font-size: 16pt;"><o:p></o:p></span></span></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/17370388613092877946noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7258264463933517286.post-60754550773406709822012-02-29T12:43:00.001+01:002012-03-20T17:18:31.711+01:00Una historia del miedo<div style="text-align: left;">
<br />
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Esta es la historia de la amiga de una amiga. Y también es una historia de miedo. De ese miedo asociado a la prudencia que impide ser cómo somos o decir lo que pensamos, y que hace de la cobardía, lentamente, una forma de vida.</span><br />
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br /></span><br />
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Todos lo tenemos.</span><br />
<br />
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">La amiga de mi amiga tiene cuarenta años y toda la vida por delante. Y tiene </span><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">también</span><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"> un hijo, de catorce años, al que ama sobre todas las cosas y al que no quiere que le falte nada. Como muchos de nosotros. Como muchos de nosotros tiene también sus proyectos. Secretos e íntimos, o públicos. Proyectos grandes e indefinidos en los que la felicidad se ve al final o pequeños proyectos de cambiar un mueble viejo o arreglar eso para lo que nunca se encontró tiempo. La amiga de mi amiga tiene esperanzas en que su vida y la vida de todos mejore, porque así es como debe ser.</span><br />
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br /></span><br />
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Pero vino la crisis y alguien decidió que debíamos pagarla todos los asalariados, los autónomos, y los parados. Con nuestro sudor, como siempre, y rascándonos los bolsillos.</span><br />
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Y la amiga de mi amiga comenzó a encontrarse mal. Al principio fue el dolorcillo al que no das importancia el primer día, ni el segundo. Y tampoco el tercero.</span><br />
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-6xBWoYfLZl0/T04PAC3k0FI/AAAAAAAAA4o/tslMvfknNIo/s1600/miedo.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://2.bp.blogspot.com/-6xBWoYfLZl0/T04PAC3k0FI/AAAAAAAAA4o/tslMvfknNIo/s320/miedo.jpg" width="204" /></a><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Pensó en visitar al médico pero le venía mal por las horas de trabajo. Además, no se podía permitir una baja médica y el dolor no parecía grave. Un mal movimiento quizá. Los recortes en el sueldo y la reforma laboral no aconsejaban en esos momentos una enfermedad. Las compañeras de la empresa también le aconsejaron que no era un buen momento, y la empresa, muy "amablemente", recomendaba que nadie se quejase.<br />
<br />
La amiga de mi amiga obedeció. En silencio. Siguió trabajando, dolorida, llegando incluso a pensar que el dolor pasaría, como habían pasado tantos otros. Sin pensar en ellos.<br />
<br />
Pero la enfermedad es una de las peores cosas del azar. Como el miedo es una de las peores cosas de la vida.</span><br />
<br />
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">La enfermedad siguió un curso acelerado y cuando por fin la vieron los médicos ya era tarde. Falleció hace unos días y su hijo tuvo que ingresar en el hospital con una crisis nerviosa.</span><br />
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br /></span><br />
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">La amiga de mi amiga se fue en silencio, pero su miedo lo dejó aquí. </span><br />
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br /></span><br />
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Y es el peor compañero de camino.</span></div>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/17370388613092877946noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7258264463933517286.post-59312336167787463952012-01-09T14:49:00.000+01:002012-01-18T13:48:23.964+01:00¿Me persigue Freud?<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-zdCfcOF-j1o/TwruYGLCsuI/AAAAAAAAAvU/h3nQyq2z7oE/s1600/Freud_Moriarty.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="216" src="http://4.bp.blogspot.com/-zdCfcOF-j1o/TwruYGLCsuI/AAAAAAAAAvU/h3nQyq2z7oE/s320/Freud_Moriarty.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
<br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La semejanza entre el Napoleón del crimen, Moriarty, y el insigne <b>Doctor Freud</b>, en la última película de Sherlock, creo que está buscada conscientemente, quizá por el director <b>Guy Ritchie</b>. </span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Pongo la foto para que conste que no es una mera alucinación a pesar de que la imagen de Freud me persiga últimamente.</span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Este fue uno de mis regalos de Reyes...</span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-VkU0fhU0zbs/Twrvh7QN6qI/AAAAAAAAAvc/Uresw0StA6g/s1600/FREUD.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="274" src="http://1.bp.blogspot.com/-VkU0fhU0zbs/Twrvh7QN6qI/AAAAAAAAAvc/Uresw0StA6g/s320/FREUD.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">De todas formas he decidido contárselo todo a mi terapeuta. </span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Y entonces se va a enterar ese icono obsesivo...</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/eFuojjM0lM8?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></span></div>
<br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/17370388613092877946noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7258264463933517286.post-66363346758000050512011-12-05T20:15:00.001+01:002012-01-10T02:24:58.220+01:00Editores 2.0 ¿Dónde?<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'lucida grande', tahoma, verdana, arial, sans-serif; font-size: x-small;"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 11px;"></span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Las editoriales españolas ya establecidas no se coscan un carajo de lo digital. Y no aprenden.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Estaba mirando la nueva web de amazon spain con el kindle y los ebooks en castellano ya a la venta y flipando con los precios. Plaza y Janés, Planeta, etc siguen con su política de precios de ebooks de 9 euros para arriba. (Generalmente MÁS de 10 euros)</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Estoy seguro de que piensan que los lectores se caen de un guindo o algún otro árbol frutal. Cualquier autor -con 'calidad literaria' + 'una buena historia'- se lo puede currar ahora por su cuenta, poner el libro a 3 euros y ganar dinero. Y ocurrirá. Y será masivo. (La premisa es la ya mentada, añadiendo las variables 'nicho lector' y 'promoción inteligente' y 'conversación').</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Y ocurrirá por una sencilla razón: A diferencia de Estados Unidos, con el control de ventas por parte de los agentes literarios con acceso al Nielsen, en España las cuentas son opacas, o lo han sido hasta ahora. Nadie, excepto el editor, sabe muy bien cuánto se ha vendido de un título. Y esa confianza tampoco brota de los guindos. (Véase el caso que cuenta Casciari de uno de sus títulos en la Argentina, en el post que puse el otro día con su charla) El rollito del ego de autor pasará a la historia. Si quieres ser leído, no hace falta tu nombre en tu libro de tapa dura. Cualquier blogger inteligente tiene más lectores que muchos autores. El ego de autor ya no es una variable, ni el prestigio. Ya no tiene prestigio ser publicado en Planeta o Plaza y Janés. Quedan pocas editoriales con esa pátina de prestigio. Los buenos editores van muriendo y los nuevos se han cargado el prestigio publicando mierda tras mierda, a veces sin corregir, malas traducciones, libros publicados sin haberlos leído siquiera, engañando a los lectores, y abusando de la confianza que les dieron.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Ahora es el momento del autor, de los escritores que sepan aunar todas y cada una de esas variables o encuentren a quien lo haga por ellos a cambio de una comisión. Las editoriales han de cambiar de paradigma mercantil y adaptarse al autor, con honestidad hacia el lector, que es el verdadero juez y crítico. Ni siquiera el marketing tradicional sirve ya, los críticos pagados y bien alimentados, tampoco. Nadie los lee. Sí, señoras y señores, la editorial tradicional ha muerto.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Y, sin embargo, siguen haciendo falta editores o agentes que SEPAN REALMENTE manejar esas variables. Porque hay muchos escritores vendiendo en amazon sin que nadie les haya dicho qué falla en su novela, sin corregir muchas de ellas, deslabazadas, naifs... Escritores que ponen sus obras a 3 euros y que los lectores comprarán y leerán, y volverán a comprar una segunda del mismo autor si no tienen criterio literario. Y si lo tienen, esos lectores no volverán a comprar ebooks autoeditados, el nombre del autoeditado se quemará, y los lectores acudirán a la editorial que mejor lo haya sabido hacer con calidad y criterio, porque nos gusta leer buenas historias, pero no pagar 12 euros por un ebook digital con drm.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Pónganse las pilas. Piensen en los lectores.</span>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/17370388613092877946noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7258264463933517286.post-69500611956740567242011-11-06T13:19:00.000+01:002011-11-06T20:02:58.079+01:00Los recuerdos y las huellas<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-kAkQbLCbBzU/TrZ5XVJI59I/AAAAAAAAAqg/ElpEyCfCSlQ/s1600/chess.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="http://3.bp.blogspot.com/-kAkQbLCbBzU/TrZ5XVJI59I/AAAAAAAAAqg/ElpEyCfCSlQ/s1600/chess.jpg" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Fotografía de Konstantin Lazorkin</td></tr>
</tbody></table>
El ajedrez, que es un juego que me gusta y ya no practico, representa en su tablero tantas casillas como años cumplía ayer la madre de mi pareja. Cada uno llevamos un plato ya preparado para que ella no se enterrase largas horas en su cocina, como acostumbra al agasajar a sus invitados. Fue una cena familiar, hijas, parejas de sus hijas, entre las que me cuento, y mi hija, su primera nieta. Aunque pronto llegará la segunda.<br />
<br />
En las comidas en casa de mi suegra siempre charlamos de lo divino y lo humano, de literatura, de escritura, y de aprendizaje y enseñanza. Ayer fue un buen día para ella. Nosotros le obsequiamos con 64 cuadros de una exposición: cada uno era un texto enmarcado relatando experiencias propias de mi pareja que, sin ella, sin Nuria, su madre, nunca hubieran sucedido.<br />
<br />
Luego la conversación derivó por derroteros sociales, de más actualidad y pesar, pero yo me quedé pensando en aquel regalo...<br />
<br />
Los ateos somos esas personas que piensan que lo único que hay tras la muerte es el recuerdo que dejamos de nosotros mismos. Y por eso no me gustan los tímidos. Cierto tipo de timidez. Porque me recuerdan a la gente que pasa por su vida y por la vida de los demás como una sombra. Efímera según la dirección de la luz que la proyecte. Sin dejar una sola huella.<br />
<br />
Sé que en el juego del ajedrez, como en el de la vida, lo importante es ganar. En el primero, inmovilizando al rey enemigo, y en el segundo dejando la misma huella que una reina.<br />
<br />
Nuria es una de esas reinas.<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/17370388613092877946noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-7258264463933517286.post-29080603080748590132011-10-23T01:30:00.001+02:002011-11-06T20:03:54.043+01:00El ocaso de las libreríasLeía <a href="http://www.elpais.com/articulo/economia/global/ocaso/grandes/librerias/elpepueconeg/20111023elpnegeco_7/Tes">el artículo de El País</a> sobre el ocaso de las librerías en EEUU y he pensado que ese ocaso pronto lo veremos aquí, en uno o dos años a más tardar; quiero ser generoso.<br />
<br />
Nosotros no concebimos la vida sin libros. Las esperas, los traslados en un transporte público, los ratos perdidos de una sobremesa en la que el sueño siempre se ha proscrito por una buena historia que no podías dejar, o el momento previo a dormir, leyendo en la cama y deseando que el día tuviera treinta y seis horas para continuar leyendo.<br />
<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-Aan0ykAB7Q8/TqNRtsIl1lI/AAAAAAAAAmQ/EmVfWjZghPc/s1600/stack-of-books2.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="142" src="http://2.bp.blogspot.com/-Aan0ykAB7Q8/TqNRtsIl1lI/AAAAAAAAAmQ/EmVfWjZghPc/s200/stack-of-books2.jpg" width="200" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Libros</td></tr>
</tbody></table>
Los libros ocupan la mayor parte de las paredes de esta casa, las mesas y las cómodas. Los hay cubiertos de polvo, nuevos, antiguos, en castellano, en inglés, en francés, en catalán, ilustrados, enciclopédicos, sin desprecintar aún, de tapa dura, de bolsillo, de asiento sobre alguna silla, de cocina, de baño y de cualquier tema que puedas imaginar.<br />
<br />
La mayor parte se han leído. Otros sólo a medias, por su tema, apenas unas consultas, o porque su autor no supo seducirnos más allá de la página cincuenta. De estos últimos, los españoles son mayoría. No es un juicio de valor, es un simple hecho. Y tampoco es culpa de esos autores.<br />
<br />
No tengo paciencia.<br />
<br />
Decía que no concibo la vida sin libros pero debería haber dicho <b>sin historias</b>.<br />
<br />
Me consuela pensar que mi hija recordará, al menos, las librerías que visitábamos con ella para adquirir esas historias, ojeándolas antes, manoseándolas, oliendo su olor a papel y sosteniéndolas entre las manos como una promesa de buenos ratos.<br />
<br />
<br />Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/17370388613092877946noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7258264463933517286.post-56440738049810600532011-10-09T15:58:00.000+02:002011-10-11T20:35:08.506+02:00ProyectosLe decía a <a href="http://lacomunidad.elpais.com/lachicametafora/posts">una amiga</a>: Aún no sé qué hacer con este Blog.<br />
<br />
Como no sé qué hacer con tantas otras cosas.<br />
<br />
Leía anoche <a href="http://www.revistadeletras.net/lorenzo-silva-el-conflicto-fundamental-del-creador-es-el-de-tener-fe-en-si-mismo/">una entrevista que os recomiendo de mi amigo JAM</a> a <a href="http://www.lorenzo-silva.com/index_espanol.htm"><b>Lorenzo Silva</b></a>, en la que éste último apunta al mayor enemigo del escritor; la <b>Inseguridad</b>. <br />
<br />
Con los años y la experiencia adquirida por cuenta propia o junto a modelos que imparten enseñanzas sobre escribir que aquí nunca se tratan ni se tratarán, he aprendido a manejar esa inseguridad que bloquea la creación. Pero la toma de decisiones sigue siendo una asignatura pendiente para un impulsivo hiperactivo. Así, ahora mismo me debato entre el gran proyecto que llevo entre manos y del que oiréis hablar en unas semanas, y mi propia escritura. Tengo que elegir uno<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://3.bp.blogspot.com/-VtdC10lDwUg/TpGn8BkOz1I/AAAAAAAAAb8/5DiI_vQDLDE/s1600/writing_001.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="200" src="http://3.bp.blogspot.com/-VtdC10lDwUg/TpGn8BkOz1I/AAAAAAAAAb8/5DiI_vQDLDE/s200/writing_001.jpg" width="200" /></a></div>
1.- Novela para adultos, revolución, policíaca y de humor.<br />
2.- Novela para jóvenes y adultos, fantasy, humor, revolución, vampiros y zombis.<br />
3.- Novela para adultos, seria, intimista, rebelde, revolución ecológica<br />
4.- Novela para jóvenes y adultos, fantasy, humor, enigmas.<br />
5.- Libro de humor. Parodia del género Autoayuda<br />
6.- Novela para adultos, hippie, 70`s, revolución.<br />
<br />
Son proyectos comenzados, alguno acabado, a falta de revisión completa. Y seguro que quizá los conozcas por que he ido poniendo extractos en la antigua cuenta de FB.<br />
<br />
<b>En el proceso de decisión es determinante que vaya dirigido a un grupo amplio de compradores digitales de ebooks.</b> Si quieres ayudar, tu comentario será bienvenido :-)<br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: arial, sans-serif; font-size: x-small;"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 18px;"><br /></span></span>Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/17370388613092877946noreply@blogger.com10